Rueda del año

El Wassailing y la dinámica social

La palabra wassail proviene del anglosajón Wæs þu hæl, que puede traducirse como «que tengas buena salud». Esta expresión dio nombre a una tradición comunitaria profundamente arraigada en la Inglaterra medieval, la cual se desarrolló en dos grandes vertientes y explica por qué, aún hoy, los villancicos se cantan de puerta en puerta.

Wassailing en la mansión

Durante la Edad Media, campesinos y trabajadores rurales acudían a las casas de sus señores feudales para cantar canciones de bendición a cambio de comida, bebida o monedas. Entre las ofrendas más mencionadas se encontraba el célebre figgy pudding (pudding de higos).
Este intercambio no era simple caridad: funcionaba como un acto ritualizado de buena voluntad estacional, una forma socialmente aceptada para que las clases bajas recibieran apoyo durante el invierno, envuelta en música, celebración y comunidad.

Letras con “exigencias”

Muchas letras tradicionales conservan este espíritu directo. Canciones como We Wish You a Merry Christmas expresan claramente que los cantores no se marcharán hasta recibir su recompensa.
Por su parte, Here We Come A-Wassailing recalca que quienes cantan no son mendigos desconocidos, sino “hijos de vecinos”, miembros reconocidos de la comunidad. Esto refuerza la idea del wassailing como un acto de cohesión social, más que de súplica.


La bendición de los huertos: la raíz agraria

Más allá de las casas, el wassailing también se practicaba en los huertos, especialmente en regiones sidreras como Somerset y Devon, donde esta tradición aún pervive. Bendecir los árboles era un acto esencial para asegurar la cosecha del año siguiente y, con ello, la supervivencia de la comunidad.

Rituales para ahuyentar el mal

Los participantes realizaban gran estruendo golpeando ollas, sartenes o incluso disparando armas al aire. El objetivo era despertar a los espíritus de los árboles y ahuyentar fuerzas negativas o demonios que pudieran dañar la cosecha.

Ofrendas simbólicas

Se elegía el árbol más antiguo y fuerte del huerto como representante de todos. La llamada Reina del Wassail o un niño colocaba pan tostado empapado en sidra entre sus ramas, ya sea como ofrenda a los espíritus del lugar o para atraer a los petirrojos, aves consideradas guardianas de los árboles y del ciclo vital.


De ritual pagano a villancico moderno

La transformación de estas prácticas en los villancicos actuales fue gradual y atravesó momentos clave:

1. Influencia religiosa

Las canciones invernales originales eran paganas y se bailaban en círculos durante el solsticio. Con el tiempo, la Iglesia adoptó estas melodías. Figuras como San Francisco de Asís impulsaron el canto en lenguas vernáculas para que el pueblo pudiera comprender los relatos navideños, hasta entonces cantados mayoritariamente en latín.

2. La prohibición puritana

En el siglo XVII, bajo el gobierno de Oliver Cromwell, los puritanos prohibieron los villancicos y las celebraciones navideñas por considerarlas paganas y pecaminosas. Durante este periodo, muchas canciones se cantaron en secreto hasta la restauración de la monarquía con Carlos II.

3. El renacimiento victoriano

Fue en el siglo XIX cuando el canto de puerta en puerta y el villancico religioso se unificaron definitivamente. Se recopilaron canciones antiguas y se les dio el tono festivo, familiar y comunitario que hoy asociamos con la Navidad.


Un tapiz de hilos antiguos

El origen de los villancicos puede entenderse como un tapiz antiguo cuidadosamente remendado:
lo que comenzó como rituales rústicos para asegurar alimento y protección durante el invierno fue reforzado con hilos de fe cristiana y, más tarde, embellecido con la sensibilidad victoriana.
Cada diciembre, al cantar villancicos, seguimos entonando ecos de antiguos rituales de abundancia, comunidad y luz.

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